"Qué feo eso de que le digan a uno la verdad, sobre todo si se trata de una de esas verdades que uno ha evitado decirse aun en los soliloquios matinales, cuando recién se despierta y murmura pavadas amargas, profundamente antipáticas, cargadas de autorrencor, a las que es necesario disipar antes de despertarse por completo y ponerse la máscara que, en el resto del día, verán los otros y verá a los otros".
"Es como si me dividiera en dos entes dispares, contradictorios, independientes: uno que sabe de memoria su trabajo, que domina al máximo sus variantes y recovecos, que está seguro siempre dónde pisa y otro soñador y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría, un distraído al que no le importa por dónde corre la pluma ni qué cosas escribe la tinta azul que a los ocho meses quedará negra."
"¿Estaré reseco? Sentimentalmente, digo."
“Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz.”
“Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme.”
“De pronto tuve conciencia de que ese momento, de que esa rebanada de cotidianidad, era el grado máximo de bienestar, era la Dicha. Nunca había sido tan plenamente feliz como en ese momento, pero tenía la hiriente sensación de que nunca más volvería a serlo, por lo menos en ese grado, con esa intensidad.”
“Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era solo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.”
"Ahí en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo"
"Me he encontrado pronunciando palabras que me parecían más sinceras aún que mis pensamientos. ¿Es posible eso?"
"Dos o tres veces lo miré, y en una oportunidad me crucé con sus ojos. Me pareció que allí había odio. ¿Qué habría para él en mis ojos?."
"Es curioso cómo a veces se puede ser tan inocentemente cruel."
"Hoy fue un día feliz: solo rutina."
No hay comentarios:
Publicar un comentario